El tiempo de pantalla para niños se ha convertido en un tema candente en los últimos años, a medida que la tecnología continúa avanzando y se convierte en una parte integral de nuestras vidas diarias. En este artículo, exploraremos las recomendaciones y consejos para mantener un equilibrio saludable de tiempo de pantalla para niños de diferentes grupos de edad.
No antes de los 2 años
Como padre o cuidador, es importante tener en cuenta las pautas y recomendaciones para el uso del tiempo de pantalla en niños. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), los niños menores de 18 meses no deben ser expuestos a pantallas excepto para videollamadas. Durante esta etapa crítica de desarrollo, la interacción con los cuidadores y el entorno circundante es esencial para el crecimiento cognitivo y emocional. También es en esta etapa temprana que se establecen patrones de sueño saludables, y un tiempo de pantalla excesivo puede interrumpir el sueño y provocar una serie de problemas de salud asociados.
Para niños de 18 a 24 meses, es beneficioso introducir contenido educativo de alta calidad bajo la supervisión conjunta de un padre o cuidador. Cuando se exponen a programas apropiados para su edad, los niños pueden aprender y desarrollar habilidades lingüísticas y cognitivas. Sin embargo, esto debe limitarse a no más de una hora al día, asegurándose de que la mayoría de sus horas de vigilia todavía se dediquen a actividades prácticas, interactivas y físicas. Esto también promueve un enfoque equilibrado y saludable hacia el consumo de medios a una edad temprana, sentando las bases para hábitos conscientes de medios en el futuro.
Mantener un equilibrio entre los medios digitales y otras actividades es vital. Estos primeros años son un momento crucial para la exploración, el juego y la interacción social en el mundo real. Si bien los dispositivos digitales pueden ofrecer algunos beneficios educativos, no deben eclipsar la importancia del juego físico y la interacción cara a cara. Para garantizar un entorno enriquecedor y enriquecedor para el desarrollo de los niños, es importante limitar y controlar su exposición a las pantallas digitales.
También es importante tener en cuenta que los niños pequeños suelen ver a sus padres y cuidadores como modelos a seguir. Al demostrar hábitos saludables de pantalla y participar activamente con los niños en actividades que no involucran pantallas, los adultos pueden influir positivamente y guiar a los niños pequeños hacia una dieta mediática equilibrada y saludable.
De 2 a 5 años, 1 hora diaria de contenido de alta calidad
A medida que los niños crecen en edad preescolar y en la primera infancia, su curiosidad y capacidad de aprendizaje continúan expandiéndose. En la era digital actual, la variedad de programas y aplicaciones educativas dirigidas a este grupo de edad es considerable. Sin embargo, es esencial que los padres y cuidadores sean selectivos en su selección de contenido y prioricen materiales educativos de alta calidad.
La Clínica Mayo recomienda que los niños en este rango de edad se limiten a una hora de tiempo de pantalla al día, interactuando con contenido que se ajuste a su etapa de desarrollo y fomente el aprendizaje, la creatividad y las habilidades sociales. Ver el contenido junto con los padres o cuidadores y discutirlo puede aumentar el valor educativo del tiempo de pantalla. Esta participación conjunta también brinda oportunidades de vinculación e interacción, reforzando la idea de que el tiempo de pantalla no es una actividad solitaria o pasiva, sino una experiencia compartida y enriquecedora.
En un mundo donde los dispositivos digitales son omnipresentes, establecer y mantener hábitos mediáticos saludables desde una edad temprana es fundamental. Establecer límites claros y consistentes en el tiempo de pantalla mientras se promueve una variedad de actividades, tanto en la pantalla como fuera de ella, fomenta un enfoque equilibrado hacia el consumo de medios en los años formativos. Al integrar el tiempo de pantalla en un espectro más amplio de actividades educativas y recreativas, los niños pueden desarrollar un conjunto de habilidades completo que abarque la alfabetización digital, así como habilidades sociales, cognitivas y físicas.
Participar en conversaciones abiertas con los niños sobre sus experiencias digitales y modelar un uso responsable y equilibrado de los medios también refuerza el desarrollo de hábitos de pantalla saludables y conscientes. Estas medidas proactivas empoderan a los niños para convertirse en consumidores discernidores de contenido digital y fomentan una relación positiva y constructiva con los medios y la tecnología que son partes integrales de su mundo.
De 6 a 12 años, un máximo de 1-2 horas
A medida que los niños avanzan en la etapa de la infancia media, es probable que su exposición a los medios digitales y las pantallas aumente, abarcando una gama más amplia de actividades, desde el uso educativo hasta el entretenimiento y la interacción social. Es durante esta fase que cobra particular importancia establecer pautas y límites claros para el tiempo de pantalla. Con la prevalencia de dispositivos digitales y el atractivo de diversas formas de contenido en línea, los niños de este grupo de edad se benefician de un enfoque equilibrado y estructurado del uso de los medios.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los padres y cuidadores ejerzan una supervisión consciente y se aseguren de que el tiempo de pantalla se destine predominantemente a contenido educativo de alta calidad y experiencias enriquecedoras. Además, la implementación de controles parentales y herramientas de monitoreo puede ayudar a regular y personalizar las experiencias digitales de los niños, protegiéndolos de un tiempo de pantalla excesivo o inapropiado.
Además, al alentar y facilitar una variedad de actividades diversas, que incluyan ejercicio físico, lectura, juegos creativos e interacciones sociales en persona, los padres y cuidadores desempeñan un papel fundamental en la promoción de un estilo de vida integral y enriquecedor para sus hijos. Al fomentar un entorno de apoyo y participación que vaya más allá del ámbito digital, se empodera a los niños para que cultiven un equilibrio saludable entre sus actividades en línea y fuera de línea, mejorando su bienestar y desarrollo general.
También es importante que los padres y cuidadores mantengan diálogos abiertos en curso con sus hijos sobre el uso responsable de la tecnología y el impacto potencial de los medios digitales en sus vidas. Al impartir habilidades de pensamiento crítico y alfabetización mediática, los niños pueden navegar por el panorama digital con confianza y discernimiento, tomando decisiones informadas y aprovechando los beneficios de la tecnología al tiempo que mitigan los posibles riesgos y peligros.
Monitorear y regular el tiempo y el contenido
Asegurar que el uso de los medios de los niños se ajuste a su etapa de desarrollo y necesidades individuales es un esfuerzo multifacético que requiere la participación y supervisión activa de los padres y cuidadores. Al estar informados sobre el contenido y las plataformas digitales con las que los niños interactúan, los adultos pueden tomar decisiones informadas sobre la idoneidad y calidad de los medios a los que los niños están expuestos. Además, la implementación de medidas de privacidad y seguridad, como controles parentales y filtros de contenido, contribuye a un entorno digital más seguro y enriquecedor para los niños.
Además, a medida que los intereses y capacidades de los niños evolucionan, puede ser necesario realizar ajustes y mejoras periódicas en su consumo de medios. Este enfoque adaptable permite adaptar el tiempo de pantalla a las necesidades e intereses cambiantes de los niños, asegurándose de que se beneficien de contenido diverso y apropiado para su edad que respalde su crecimiento y aprendizaje continuos.
Al fomentar una dinámica colaborativa y comunicativa en torno al uso de los medios, los padres y cuidadores pueden guiar a los niños para que desarrollen autorregulación y autonomía en sus hábitos digitales. Establecer y discutir pautas claras, como períodos designados sin pantallas y zonas libres de tecnología, fomenta un sentido de responsabilidad y equilibrio en el consumo de medios de los niños. Este enfoque colaborativo también brinda a los niños la oportunidad de expresar sus preferencias y preocupaciones, fomentando un sentido de agencia y autoeficacia en el manejo de su uso de los medios dentro de los límites establecidos por sus cuidadores.
Promoción de actividades sin pantalla
Aunque el uso apropiado y consciente de los medios digitales puede ofrecer valiosas oportunidades educativas y recreativas para los niños, es igualmente importante fomentar y facilitar actividades independientes de las pantallas. El juego al aire libre, los deportes, las actividades creativas, la lectura y las interacciones sociales en persona son componentes integrales de una infancia equilibrada y enriquecedora. Al fomentar un entorno doméstico que priorice y celebre las actividades no digitales, los padres y cuidadores pueden inculcar en sus hijos una profunda apreciación por experiencias diversas y prácticas en primera persona.
Crear un plan familiar que delimite un equilibrio entre el tiempo de pantalla y las actividades sin pantalla puede servir como un marco guía para toda la familia. Este enfoque colaborativo e inclusivo empodera a los niños para que sean participantes activos en la configuración de sus hábitos de medios y permite cultivar una comprensión compartida del valor de actividades variadas y estimulantes, tanto en el ámbito digital como en el físico.
Además, al modelar y participar en actividades sin pantalla como familia, los cuidadores no solo brindan a los niños experiencias enriquecedoras e inolvidables, sino que también enfatizan la importancia de llevar un estilo de vida equilibrado y completo. A través de la integración reflexiva del tiempo de pantalla con una variedad de actividades no digitales y pasatiempos, los niños pueden desarrollarse en individuos informados, discernidos y resilientes que aprecian las oportunidades multifacéticas ofrecidas por el mundo digital, así como las maravillas ilimitadas del mundo más allá de la pantalla.
Es importante asegurarse de que los niños tengan una relación saludable y equilibrada con las pantallas, y que su bienestar general sea respaldado por una rica variedad de experiencias que vayan más allá del dominio digital.
Conclusión
En general, es importante tener en cuenta el tiempo de pantalla para niños de todas las edades. Desde temprana edad, es importante establecer límites y establecer hábitos saludables para el uso de las pantallas. Si bien las pantallas pueden ofrecer muchos beneficios, el uso excesivo y sin supervisión puede tener efectos negativos en la salud y el bienestar de los niños. Siguiendo las pautas y recomendaciones indicadas, podemos promover un uso equilibrado y saludable de las pantallas para nuestros hijos. También es importante fomentar actividades sin pantallas para promover una infancia equilibrada y completa.